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5 tips de finanzas personales para principiantes

Toma nota de estos tips de finanzas personales que te ayudarán a los gastos en casa y llegar a fin de mes sin tener que tomar medidas extremas.

¿Desde hace cuánto no tomas vacaciones por falta de dinero?, ¿cuentas los segundos y cada peso, hasta la llegada del siguiente pago?, ¿los gastos de colegiaturas, alimentos y servicios te dejan poco para diversión? No te preocupes, a todos nos ha pasado y no es algo que unos cuantos ajustes en tus finanzas personales no puedan solucionar. En esta ocasión te daremos algunas recomendaciones que te ayudarán a tener una mejor relación con el dinero.

Empecemos definiendo qué son las finanzas personales. Cuando hablamos de finanzas personales nos referimos a cómo cada persona administra su dinero. Un tema que puede ser muy sencillo, pero si no se toman en cuenta ciertos aspectos, puede comenzar a complicarse.

1. Inicia tu educación financiera

Lee algunos libros o toma cursos en línea, lo importante es aprender sobre el tema. Esto te ayudará a entender todos los conceptos, productos y servicios relacionados con las finanzas personales y tomar decisiones informadas. Una de las lecturas clave para la educación financiera es el libro Padre rico, padre pobre de Robert T. Kiyosaki. En él, aprenderás, desde dos perspectivas diferentes, sobre los distintos tipos de ingresos, impuestos, inversiones, retos financieros y emprendimiento. Por otro lado, Pequeño cerdo capitalista de Sofía Macías tiene un estilo más didáctico con el que puedes comenzar a implementar cambios puntuales en tu estilo de vida que a largo plazo te den buenas soluciones financieras. Además, es una buena opción porque no utiliza términos complejos para hablar de finanzas y utiliza ejemplos cercanos para contextualizar cada situación. 

Pero si lo que buscas es un curso más estructurado, te recomendamos echar un vistazo a la página de la CONDUSEF. Esta institución creó una serie de talleres que te ayudarán a conocer cómo funcionan los servicios financieros, cuáles te benefician y qué otros puedes omitir. Además, te guía en la creación de tu proyecto financiero con el que de acuerdo a tus ingresos y gastos, puedes crear un plan de administración. Aquí incluso podrás encontrar cursos para los niños, en los que desde pequeños podrán aprender a relacionarse con el dinero y crearán una cultura financiera que los ayudará en el futuro (créenos, te lo agradecerán cuando sean grandes). 

2. Identifica tus ingresos y gastos

Toma lápiz y papel y comienza a hacer cuentas. Primero, haz una lista de todos tus gastos mensuales y divídelos en fijos y variables. Pero ¿a qué se refiere cada uno? Los gastos fijos son los que hacemos como parte de nuestra vida diaria: la renta, la comida y los servicios como el internet, el agua y la luz. Los gastos variables son los que se relacionan más con tu estilo de vida, por ejemplo, las salidas a restaurantes, los viajes, el café, visitas al cine, parques de diversiones o incluso esas compras que sabes no necesitas pero deseas. En esta segunda lista es en donde encontrarás gastos que puedes eliminar más fácilmente.  

3. Hazte amiga de los presupuestos

Tener control de tus finanzas personales no implica renunciar a todo, para eso están los presupuestos. Toma en cuenta cuál es tu ingreso mensual y a esto réstale tus gastos fijos, después aparta un porcentaje para el ahorro y lo que sobra te servirá para todos los gastos variables a los que no quieras renunciar. 

La forma más conocida de dividir los ingresos es con la regla 50/20/30. En este plan debes destinar el 50% de tu salario para cubrir tus gastos fijos (renta, alimentos y servicios), 30% a tus gastos variables o personales y 20% para el ahorro. Por supuesto, esta tabla puedes ajustarla según tus necesidades, pero te ayudará a tener una mejor óptica de cuánto deberías estar ahorrando y qué tanto puedes gastar en tu estilo de vida. 

mujer pensativa haciendo cálculos con su celular y tomando notas
4. Evita las compras por impulso

Intenta respetar tu presupuesto. Analiza cada compra antes de hacerla, las ofertas pueden parecer grandes oportunidades, pero muchas veces terminamos por comprar cosas que no necesitamos. Por ejemplo, cuando vamos al supermercado y encontramos algún producto, que no solemos utilizar en casa, con un 2x1, nos resulta casi imposible pasarlo por alto. Pero al final solo estarás llevando 2 objetos que no pensabas comprar en primer lugar. 

Los días especiales de descuentos como el Buen Fin o el Hot Sale tienen un efecto parecido. Comenzamos a ver las comparaciones de precios y pensamos en aprovechar los descuentos, aunque no estuvieras pensando adquirir una nueva computadora o una máquina de masajes. Esto es distinto cuando la compra que deseas hacer ya la tenías considerada o es algo que requieres para tu hogar, por ejemplo.

5. Crea un fondo de emergencia

Nunca sabemos qué puede pasar y nada desestabiliza más que una emergencia. Prevé gastos inesperados y crea un fondo que te ayude a enfrentar estas situaciones sin descuidar los pagos de tus gastos fijos. 

Los expertos aconsejan tener en este fondo el equivalente a por lo menos 3 meses de nuestros gastos fijos, aunque lo mejor serían 6 meses, de tal forma que ante una emergencia tengas lo suficiente para pagar colegiaturas, renta, luz, alimentos, etc. ¡Ojo! No es necesario que te estreses tratando de juntar esta cantidad de un mes a otro, puedes ir ahorrando poco a poco para ello. 

Por ejemplo, si destinas el 20% de tu salario para el ahorro, durante algún tiempo divide este ahorro a la mitad y destina una parte para el fondo de emergencia y el otro para tus ahorros en general. 

Llevar un control de tus finanzas personales te ayudará a mejorar tu relación con el dinero, reconocer qué es lo que realmente necesitas y dejar de lado el estrés. ¿Estás lista para comenzar a aplicarlos?

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