5. Semillas. Puedes comenzar con semillas de diferentes frutas, hortalizas o hierbas aromáticas. Si lo prefieres puedes comprar las plantas ya germinadas y simplemente trasplantarlas a tus macetas.
6. Agua. Las plantas son seres sedientos. Así que es importante tener presente regarlas de manera apropiada todos los días.
¿Cómo?
Toma los recipientes, llénalos de tierra y planta en ellos las semillas. Si lo deseas, marca el tipo de planta qué es, para que tengas claro su nombre una vez germine. Luego, organiza las macetas como mejor te parezca en el lugar que seleccionaste. Puedes colocarlas en una repisa, en el suelo, en un estante pequeño, colgadas del techo, del balcón o de la pared. ¡Atrévete a hacer con este espacio algo diferente e innovador!