Lo más sencillo sería decir que la palabra chocolate proviene del náhuatl xocoatl, de xoco (amargo) y atl (agua), tal como lo marca la Real Academia Española (RAE), pero el origen de esta palabra tiene un origen muy ligado a la historia de México.
Debes saber que el chocolate nació como una bebida. En la época prehispánica, la palabra utilizada para nombrar a la bebida proveniente del cacao era cacáhuatl (agua de cacao) y no fue sino hasta 1570 cuando se tiene un primer registro de la palabra chocolate, casi 50 años después de la caída de Tenochtitlan, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Estudios de Cultura Náhuatl, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cuando esta bebida surgió era solo para nobles, pues se hacía con grandes cantidades de la semilla para que fuera una verdadera agua de cacao. Sin embargo, los cambios por los que atravesaban los mexicas en esta polémica época también influyeron en el chocolate, ya que pasó de ser una bebida para los más ricos, a popularizarse entre toda la población. Esta nueva versión estaba tan solo condimentada con esta semilla, dejando su toque amargo en el agua. De ahí que surgiera la expresión xoco (amargo) y atl (agua).
Beneficios del chocolate para la salud
Además de ser una pieza esencial en la historia de México, el chocolate es un alimento mágico para nuestra salud. Ya que sus componentes tienen diversos beneficios para nuestra salud. Esto es gracias a que contiene flavonoides, sustancias que ayudan a mejorar el rendimiento de nuestro cuerpo y que también podemos encontrar en las frutas y verduras.
Para explicarlo mejor, los flavonoides ayudan al organismo a evitar el envejecimiento prematuro, cuidan el sistema cardiovascular y hasta mejoran la flora intestinal. Eso sí, debes tomar en cuenta que para que el chocolate sea así de beneficioso, debe ser chocolate amargo, con la mínima cantidad de azúcar y por lo menos el 70% de cacao.