2. Haz una prueba de desteñido
Para evitar sorpresas, realiza una sencilla prueba de decoloración antes de meter la ropa de color a lavar.
1. Identifica las prendas que creas que se destiñen.
2. Toma una parte poco visible de la prenda y humedécela con agua caliente.
3. Coloca la parte humedecida en medio de un paño blanco y plánchalo a temperatura alta.
¡Listo! Así sabrás cuáles de tus prendas de color destiñen.
Por último, separa la ropa de color que destiñe y lávala aparte para evitar mezclar colores que puedan manchar las prendas más claras.