Cada método de cocción influye directamente en el contenido nutricional de los alimentos, aquí te enumeramos algunos y te contamos cómo funcionan para que puedas aprovechar cada técnica al máximo:

Vapor:

Esta técnica es la más recomendada para una alimentación saludable. La cocción se realiza a través del vapor de agua por lo que los alimentos se cuecen más rápido, manteniendo el aroma, color, sabor y más importante aún, sus nutrientes.

Hervir:

Al cocinar los alimentos a partir de agua en ebullición hay que considerar que entre menor sea el tiempo que pase el alimento dentro del agua menor será la posibilidad de perder nutrientes, para conservarlos en mayor cantidad utiliza poca cantidad de agua. También puedes reutilizar el agua de la cocción para otras preparaciones y así sumarle más nutrientes.

¡Los métodos de cocción sí que son efectivos a la hora de conservar los nutrientes de los alimentos!

Baño de maría:

Este método es ideal para alimentos cocidos previamente o preparaciones a base de huevos y harina que son más sensibles al calor directo, ya que el agua no llega a punto de ebullición y su cocción lenta evita la ruptura de la estructura.

Horno:

Se recomienda siempre precalentar el horno para que la superficie de los alimentos se cocine más rápido y así facilitar su consumo. Para evitar que los alimentos se resequen mucho es bueno cubrirlos con papel aluminio de forma que se cuezan en su propio jugo, lo que potencia su sabor y asegura que su valor nutricional permanezca casi intacto.

Microondas:

Existen muchos mitos alrededor del uso del microondas, pero de acuerdo a un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los alimentos cocinados en ellos son tan seguros y tienen el mismo valor nutricional que los que se preparan en un horno convencional. Las ondas electromagnéticas actúan directamente sobre las moléculas de agua de los alimentos cocinándolos muy rápido desde adentro sin perder sus vitaminas y minerales.

Parrilla:

Esta técnica de colocar el alimento, generalmente marinado, sobre una rejilla o grill seca la grasa y a la vez forma una costra dorada sobre la superficie que es lo que le da sabor al plato, pero consumirlo en grandes cantidades no suele ser bueno para el organismo.

Asar:

La cocción se realiza a fuego lento o a baja temperatura, de forma que el interior y el exterior se cocinen al mismo tiempo, la desventaja es que las vitaminas sensibles al calor se van destruyendo parcialmente, lo recomendable aquí es no exceder el tiempo de cocción para evitar que los alimentos pierdan sus características y propiedades.

Estofar:

Partiendo del mismo principio del método de asar, fuego lento o baja temperatura, los alimentos se cuecen en su propio jugo en compañía de algunas especias, por lo que se produce una concentración de minerales que se conservan en su totalidad reduciendo al mínimo la pérdida de nutrientes.

Saltear:

La preparación de los alimentos salteados o al wok por lo general es muy ráida, primero se debe calentar el recipiente, luego incorporar el aceite y por último ir agregando los ingredientes de acuerdo a su tiempo de cocción dejando para el final aquellos que se cocinan más rápidamente. Es importante no exceder el tiempo de preparación para evitar la pérdida de las vitaminas y minerales de los alimentos.

Fritar:

La fritura requiere de una mayor cantidad de aceite así que debes calentarlo a fuego moderado sin dejar que humee, ya que el exceso de calor puede hacer que el aceite se queme y genere sustancias tóxicas para el organismo. Deja que el aceite llegue a punto de ebullición antes de incorporar los alimentos, de manera que se preparen más rápido absorbiendo menos grasa y perdiendo poca cantidad de nutrientes.

Estos métodos de cocción permiten transformar los alimentos en platos apetecibles para ser digeridos con facilidad conservando sus características y principalmente sus nutrientes. ¡Dedícate a disfrutar de deliciosas y saludables recetas con tu familia y déjale a Axion el cuidado de la cocina!