Sumerge las parrillas en agua caliente durante al menos 30 minutos, o incluso durante la noche, para ablandar la grasa y los residuos de comida, para facilitar su eliminación. Añade un par de cucharadas de bicarbonato de sodio al agua caliente para potenciar el efecto desengrasante.

2. Usa un limpiador potente como Axion 7 en 1

Un jabón líquido lavatrastes como Axion 7 en 1 con fórmula concentrada es una excelente opción para limpiar las parrillas de la estufa. Su máxima eficacia corta hasta la grasa más pegada al instante, dejando tus parrillas brillantes y rechinando de limpias. Solo humedece una esponja y agrega unas gotitas del jabón líquido Axion y talla las superficies de las parrillas para despegar el cochambre y restos de comida. 

3. Utiliza herramientas adecuadas para evitar rayones

Emplea esponjas no abrasivas o cepillos de cerdas suaves para evitar rayar la superficie de las parrillas. Para las parrillas de hierro fundido, puedes usar un cepillo de cerdas metálicas; asegúrate de que sea adecuado para este tipo de material, probándola primero en una pequeña parte de la parrilla. Evita el uso de esponjas metálicas o limpiadores abrasivos, ya que pueden dañar el acabado de las parrillas.

4. Enjuaga y seca completamente

Después de limpiar las parrillas de la estufa correctamente, enjuágalas con agua caliente para eliminar cualquier residuo de jabón o bicarbonato. Asegúrate de secarlas completamente con un paño limpio para evitar la formación de manchas de agua y, en el caso del hierro fundido, la oxidación.

5. Limpieza regular

La clave para mantener tus parrillas impecables es la limpieza regular. Intenta limpiarlas después de cada uso o al menos una vez a la semana, para evitar la acumulación de grasa y residuos de comida. Esto te ahorrará tiempo y esfuerzo a largo plazo y mantendrá tu estufa funcionando de manera óptima.

Tips para limpiar diferentes tipos de parrillas

Recuerda que la correcta limpieza de la parrilla también dependerá del material con el que está hecha; pues cada uno requiere cuidados especiales. Usar el método incorrecto puede dañar la parrilla y reducir su vida útil. Sigue estas recomendaciones para cuidar de tu estufa:

Parrillas de hierro fundido

Estas parrillas son conocidas por su durabilidad y capacidad para distribuir el calor de manera uniforme. Sin embargo, requieren un cuidado especial para evitar la oxidación. Para limpiarlas:

• Evita sumergirlas en agua fría cuando están calientes, ya que esto puede causar que se agrieten.
• Deja que se enfríen completamente antes de limpiarlas.
• Usa un cepillo de cerdas metálicas para eliminar los residuos, seguido de un paño húmedo para limpiar la superficie.
• Seca completamente las parrillas después de la limpieza para prevenir la oxidación.

Parrillas de acero inoxidable

Las parrillas de acero inoxidable son populares por su aspecto moderno y facilidad de limpieza. Si bien son más resistentes a la oxidación que el hierro fundido, aún requieren una limpieza regular para mantener su brillo.

•  Usa un limpiador específico para acero inoxidable o una mezcla de agua tibia y jabón lavatrastes Axion 7 en 1.
• Evita el uso de limpiadores abrasivos o esponjas metálicas, ya que pueden rayar la superficie. 
• Para manchas difíciles, puedes aplicar una pasta de bicarbonato de sodio y agua sobre la misma, dejándola actuar durante unos minutos antes de frotar suavemente con un paño húmedo.

Parrillas esmaltadas

Las parrillas esmaltadas ofrecen una superficie antiadherente que facilita la limpieza. Sin embargo, el esmalte puede ser susceptible a astillas y rayones, por lo que es importante evitar el uso de utensilios metálicos o limpiadores abrasivos. Para limpiarlas:

• Utiliza un paño suave y húmedo para evitar rayones.
• Para manchas persistentes, usa una mezcla de bicarbonato de sodio y agua, aplicándola sobre la mancha y dejándola actuar durante unos minutos antes de limpiar con el paño húmedo. 
• Seca completamente las parrillas para evitar la acumulación de manchas de agua.

En definitiva, limpiar las parrillas de la estufa no es solo una cuestión de estética, sino también de seguridad, higiene, eficiencia y durabilidad. Aunque pueda parecer una tarea laboriosa, dedicarle unos minutos regularmente no solo te ayudará a mantener una cocina brillante y limpia, sino que ahorrarás tiempo y problemas a largo plazo, mientras disfrutas de platillos deliciosos y saludables.  

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