Descubrimos, además, que comer picante estimula la circulación, mejora la digestión, tiene propiedades antiinflamatorias y hasta mejora los niveles de colesterol en la sangre. Pero, como todo en exceso es malo, también descubrimos algunos tips para reducir el picante en algunas comidas, sobre todo para poder compartir con personas no tan amantes del picante.
- Servir la comida con una salsa, aderezo o bebida que tenga como base un producto lácteo. La crema agria, el yogur natural u la mayonesa ayudan a neutralizar el nivel de picante.
- Miel o Azúcar para las comidas que lo permitan. Este tip es perfecto para platos con carne de cerdo o recetas de inspiración asiática.
- Papa o zanahoria. Ingredientes ricos en azúcares o almidones sirven para salvar un guiso muy picante. Pícalos en cuadritos y déjalos cocinar un poco más.