Voy a mostrarse distintos modelos de cinturones para que aprendas a modificarlos y así saber qué hacer cuando tu preferido no te quede. Involucra a tu esposo e hijos para que tener el guardarropa en orden y sea parte de sus actividades en familia.
Voy a mostrarse distintos modelos de cinturones para que aprendas a modificarlos y así saber qué hacer cuando tu preferido no te quede. Involucra a tu esposo e hijos para que tener el guardarropa en orden y sea parte de sus actividades en familia.
Los cinturones tradicionales son los que tienen una hebilla y agujeros para ajustarlos. El límite está en la cantidad de agujeros que tenga y, por supuesto, en el largo.
Para acortarlo, la única opción es hacer un agujero más. Para ubicar los agujeros, ten en cuenta la separación entre los agujeros existentes para que el nuevo se vea armónico. Vas a necesitar un martillo y dos tornillos de diferentes tamaños. Si el material es muy duro, necesitarás también un destornillador para ayudarte a enroscar el tornillo.
Una vez que sepas dónde harás el nuevo agujero, marca el lugar con el tornillo más pequeño. Ayúdate con el martillo dando algunos golpes suaves. Si haces estas actividades en familia, cuida que las herramientas solo sean manipuladas por adultos.
Luego, enrosca el tornillo hasta que lo atraviese. Una vez que lo hayas hecho con el tornillo más pequeño, hazlo con el grande asegurándote de que el tamaño sea igual al de los agujeros existentes.
Alargar este tipo de cinturones es más complicado. Si necesitas alargar cinturones, fíjate si tienes alguno de los modelos que te muestro a continuación.
Otro modelo mucho más versátil es el cinturón trenzado, que no tiene agujeros y permite asegurar la hebilla en cualquier lugar. Es el modelo que mejor se adapta a todas las personas y aunque subas o bajes de peso podrás seguir usándolo.
Una de las actividades en familia relacionadas con el guardarropa puede ser revisar a quién le quedan los cinturones que pueden ir cambiando de dueño cada vez.
Los modelos con cadenas también permiten el ajuste en cualquier punto de la cadena pues, en lugar de hebilla, tienen un mosquetón. Este modelo es mixto, parte trenza de gamuza y parte cadena. La opción para alargar este modelo es usando dos cinturones y abrochándolos mutuamente de manera desfasada para que sea un poco más largo.
Para alargar los cinturones trenzados que se atan tipo lazo, solo tienes que conseguir una cadena similar a la que tiene y con una pinza abrir el último eslabón. Luego, pasa el último eslabón de la cadena nueva y cierra el eslabón que abriste inicialmente. ¡Tan simple como eso!
Solo tienes que verificar que la cadena quede bien cerrada para que no se separen los eslabones y así evitar que se enganchen en la ropa. Si quieres hacer estas actividades en familia, puedes dejar que los niños elijan el tipo de cadena que se va a utilizar.
Hacer este tipo de cinturones desde cero o agrandar uno que ya tengas es tan simple como hacer una trenza. Para hacerlo, deberás tomar tres tiras e ir intercalándolas hasta formar una trenza del largo que quieras.
Si por el contrario quieres agrandar uno que ya tienes, puedes anudar las tres tiras a uno de los extremos y trenzar. La gran bondad de este tipo de cinturones es que puedes modificar la ubicación de los nudos para cambiar el largo de los extremos que cuelgan.
Con estas recomendaciones no solo podrás recuperar tus cinturones, sino que además podrás hacerles interesantes modificaciones. ¿Has modificado cinturones alguna vez? Cuéntanos tu experiencia.