La plancha de ropa es lo que dará el toque final a las prendas y las ayudará a recobrar su aspecto original mientras alarga su vida útil para que se mantengan como nuevas.
La plancha de ropa es lo que dará el toque final a las prendas y las ayudará a recobrar su aspecto original mientras alarga su vida útil para que se mantengan como nuevas.
Aplica los trucos básicos de las tintorerías que voy a enseñarte y aprende cómo planchar camisas y pantalones de vestir detallando la ropa en tu casa.
Antes de comenzar, coloca la tabla de planchar en un lugar espacioso y con buena luz. Un truco efectivo para planchar camisas con los mejores resultados es humedecerlas previamente con atomizador. O bien, apenas concluya el ciclo de centrifugado, sacar las prendas de la lavadora, sacudirlas y plancharlas de inmediato.
Primeramente, revisa los símbolos de cuidado de ropa y atiende a las instrucciones de la etiqueta para planchar camisas. En caso de no contar con la etiqueta, comienza calentando la plancha a baja temperatura y así la vas graduando conforme se necesite para evitar accidentes.
Cuando la temperatura de la plancha esté en su punto según los símbolos de cuidado de ropa de cada prenda, comienza a planchar los puños de las mangas cuidando de no pasar el fierro por encima de los botones. El paño húmedo es muy útil en esta zona.
Continúa con el cuello de la camisa. plánchalo por el reverso estirándolo muy bien y en dirección de los bordes hacia el centro. Haz lo mismo por el frente.
Sigue con el cuerpo de la camisa comenzando por la parte frontal. Personalmente, prefiero hacerlo por la parte interior de la prenda para proteger la tela y evitar el brillo que deja la plancha caliente sobre la ropa. En este paso, asegúrate de planchar muy bien la sisa para alisar cualquier arruga.
Ahora plancha el canesú y prosigue con la espalda de la camisa cuidando acomodar las pinzas para dejar los repliegues perfectos. Al culminar esta parte, puedes repasar una vez más la parte de enfrente de la camisa.
Ahora es el turno de las mangas. Acomoda sobre la tabla la manga al derecho asegurando que quede bien alineada con el hombro. Coloca sobre ella un paño húmedo y pasa suavemente la plancha de ropa sobre el centro y las orillas para lograr una raya perfecta.
Acomoda la camisa en una percha abrochando intercaladamente los botones y cuélgala en el perchero.
Igual que hiciste con las camisas, primero revisa los símbolos de cuidado de ropa en la etiqueta de cada prenda.
Voltea el pantalón al revés y humedece la prenda. Comienza planchando los bolsillos, luego la parte del cierre y luego la pretina. Cuida de no ejercer demasiada presión con la plancha de ropa para evitar marcas indeseadas.
Acomoda el pantalón juntando las cuatro costuras de las piernas y pasa la plancha por el centro evitando hacer la raya. Repite el procedimiento del otro lado.
Voltea al derecho el pantalón y vuelve a juntar las cuatro costuras de las piernas. Asegúrate de acomodar perfectamente la prenda para garantizar que la raya del centro quede perfecta. Levanta cuidadosamente la pierna superior, pon el paño húmedo sobre la pierna que queda sobre la tabla y plancha por el centro y las orillas para marcar la raya.
Baja la pierna que subiste y plancha solo el centro para no marcar una doble raya. Dale la vuelta al pantalón y repite el mismo procedimiento. Al terminar, cuelga el pantalón en un gancho sobre el perchero. ¡Listo! Impecable como de tintorería y tan fácil como hecho en casa. Todo es cuestión de revisar los símbolos de cuidado de ropa para saber si la tela debe trabajarse con la plancha de ropa tibia, caliente o muy caliente.
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