Descubrimos, además, que comer picante estimula la circulación, mejora la digestión, tiene propiedades antiinflamatorias y hasta mejora los niveles de colesterol en la sangre. Pero, como todo en exceso es malo, también descubrimos algunos tips para reducir el picante en algunas comidas, sobre todo para poder compartir con personas no tan amantes del picante.

  • Servir la comida con una salsa, aderezo o bebida que tenga como base un producto lácteo. La crema agria, el yogur natural u la mayonesa ayudan a neutralizar el nivel de picante.
  • Miel o Azúcar para las comidas que lo permitan. Este tip es perfecto para platos con carne de cerdo o recetas de inspiración asiática.
  • Papa o zanahoria. Ingredientes ricos en azúcares o almidones sirven para salvar un guiso muy picante. Pícalos en cuadritos y déjalos cocinar un poco más.

Es importante que antes de preparar una receta de este tipo, agreguemos el chile, ají, curri o picante que escogimos, en pequeñas cantidades y probemos para evitar pasarnos. Algunos de estos ingredientes le dan más picor a ciertas comidas, o son recetas de países con una tolerancia más alta al picante.

Si el caso es que te invitaron a una comida y no te avisaron que te haría sudar con tanto sabor, puedes quitar el picante de tu boca con un vaso de leche fría, comer un pedazo de pan o un poco de arroz, tomar un trago de vino o cerveza, dejar en tu boca una cucharada de aceite, por unos segundos o beber un vaso de agua con un poco de azúcar.

Para picante en las manos, prueba lavarlas con un poco de jabón líquido y agua, luego sumérgelas, hasta que pase el ardor, en un recipiente con un poco de vinagre blanco diluido en agua.

Es cosa seria esto del picante… ¿Qué hacen ustedes cuando se pican?