Dos de mis favoritos a congelar son la cebolla y las hierbas frescas, principalmente porque los uso diariamente y tenerlos listos para usar me ahorran mucho tiempo a la hora de cocinar.

También porque honestamente, odio picar cebolla pero me encanta su sabor. Tenerla lista para cocinar hace que el proceso sea más fácil y placentero.

Además, a veces aprovecho ofertas del mercado y compro varias cebollas y hierbas de olor y congelarlas me ayuda a tenerlas frescas y en buenas condiciones por mucho tiempo.

Normalmente uso las cebollas congeladas en sopas, para freír, o para preparar salsas y las hierbas para darle sabor a cualquier platillo.

Necesitas:
  • Cebollas.
  • Hierbas frescas.
  • Aceite de oliva.
  • Moldes para cubos de hielo.
  • Bolsas de plástico con cierre hermético.
Procedimiento:

Pica finamente las cebollas que quieras congelar.

Colócalas en una bolsa de plástico con cierre hermético y aplana, así será más fácil descongelar y guardar en el congelador.

La cebolla puede ser muy olorosa, te recomiendo usar doble bolsa.

Toma las hierbas y colócalas en los moldes para cubos de hielo.  Vierte el aceite de oliva hasta llenar el molde.  Congela.

Para terminar, saca del congelador y guarda los cubos en una bolsa de plástico.

¿Qué otros alimentos crees que puedan congelarse para ayudarnos a ahorrar tiempo y dinero?

Al terminar, lava tu tabla de picar con agua tibia y unas gotas de Axion, verás como el olor a cebolla desaparece completamente.