Con una taza:

1. Voltea una taza boca abajo.

2. Mantén la base de la taza firme.

3. Pon el cuchillo contra la base y deslízalo hacia atrás.

Con chaira:

1. Sitúa la chaira con la punta hacia abajo en una superficie plana.

2. Frota el cuchillo contra la barra, crenado un ángulo de 20 grados.

3. Realiza movimientos en arco desde el filo del cuchillo hacia la punta.

Con una lija:

1. Agrega un poco de agua sobre la lija.

2. Pon el cuchillo sobre la lija y realiza movimientos de abajo hacia arriba.

Con piedra:

1. Sumerge la piedra en agua por 5 minutos.

2. Realiza movimientos regulares hacia arriba y hacia abajo.

Para terminar, lava el cuchillo con agua y unas gotas de Axion y comprueba el filo de tus cuchillos cortando una hoja de papel. ¡Te sorprenderás!

Recuerda que también puedes leer cómo evitar que tus cuchillos se oxiden aquí.

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