hija dormida en su cama

Es importante que saques a flote tu papel de guía valiente para hacer que esta situación sea menos tortuosa para tu pequeño y de esta manera, retome la calma en las horas de menos claridad del día y construya buenos hábitos a la hora de dormir.

Son muchas las investigaciones que se han realizado de este tema, develando que el miedo a la oscuridad es parte normal del desarrollo de los niños, al punto que se ha establecido que 1 de cada 3 niños pueden llegar a padecerlo, especialmente entre los 3 y los 4 años, durante un período que puede ir hasta los 9 años. Pon en práctica las siguientes actividades para niños de 3 a 4 años y así podrás abordar con ellos el miedo a la oscuridad.

Si este es tu caso, no te alarmes y más bien, te invitamos a descubrir opciones divertidas y llenas de amor, para que pronto tu hijo deje de ver en la oscuridad su peor enemigo y encuentre en ella un mundo de posibilidades divertidas. Además, le dejarás una herencia para toda la vida ayudándole a construir buenos hábitos del sueño.

hija recostadas leyendo
El juego nunca falla:

Como ya sabes, el juego es la herramienta infalible para comunicarnos con los niños. Prueba con diversas actividades para niños de 3 a 4 años que se puedan desarrollar sin que necesite la vista y que le generen tranquilidad: la gallinita ciega, los cuentos en la oscuridad y las sombras chinescas son solo algunas opciones.

hija leyendo
Prueba con luz tenue:

Si bien la idea es que tu hijo se acostumbre a la oscuridad, un buen inicio es ir bajando la intensidad de la luz. Prueba con una luz muy tenue, que no aporte demasiada claridad para que vaya entrando en confianza. En poco tiempo podrás apagarla completamente y seguro el proceso será más fácil para los dos. Otras actividades para niños de 3 a 4 años relacionadas con la luz tenue pueden ser buscar estrellas que brillen en la oscuridad y se vayan apagando paulatinamente o lámparas divertidas con sus personajes favoritos.

hija mirando la pared
Establece rutinas:

Los niños aprenden de las rutinas diarias, por eso es primordial ayudarle a construir buenos hábitos desde pequeños. Enséñale que tal como sus buenos hábitos son cepillarse los dientes, lavarse la cara, ponerse la pijama y preparar la cama, dentro de la rutina está apagar la luz antes de dormir. De este modo, sabrá que no es un acto malo de por sí, sino parte de los buenos hábitos que lleva a cabo todos los días. Las actividades para niños de 3 a 4 años deben ser sencillas de manera que puedan completar las tareas ellos solos con tu mínima ayuda o apenas supervisión.

 
Más allá de regañarlo o darle poca importancia a esta situación, es importante que saques a flote tu papel de guía valiente y le des todo tu amor de mamá.
 
 
Exploremos juntos:

¿Tu hijo siente que algo se mueve? ¿piensa que detrás de las cortinas hay un fantasma? ¿Qué en la pared hay un monstruo? Ayúdale a explorar esos espacios y a recorrer ese lugar que le genera miedo y muéstrale que no es más que una simple sombra, o un rayo de luz que se está filtrando. Lo peor que puedes hacer es dejarle espacio para que siga alimentando el miedo.

hija mirando la pared

Como ves, ayudar a disminuir los miedos de tu hijo es fácil y contribuir a sus buenos hábitos es algo que le ayudará siempre. Solo requiere de imaginación, amor y comprensión.

¿Y tú, qué táctica pones en práctica cuando el miedo a la oscuridad ataca? Compártenos tus tips. Si conoces otras actividades para niños de 3 a 4 años que les ayuden a irse más tranquilos a la cama, compártelos también.

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