El orden es parte fundamental del cuidado de la ropa y prolonga el periodo de vida de las prendas, además de optimizar nuestro tiempo a la hora de vestirnos. La clave reside en saber cómo organizar un clóset.
El orden es parte fundamental del cuidado de la ropa y prolonga el periodo de vida de las prendas, además de optimizar nuestro tiempo a la hora de vestirnos. La clave reside en saber cómo organizar un clóset.
El truco para ordenar un clóset exitosamente es saber qué tipo de prendas deben ir colgadas y cuáles dobladas; así evitamos que se deformen los tejidos o que se formen arrugas en la ropa. Agrupar la ropa por tipo de prenda y por color es un elemento que contribuye enormemente con el orden.
Las camisas de vestir siempre van colgadas. Las perchas adecuadas para este tipo de prenda son las que van de hombro a hombro; procura colgarlas con suficiente espacio entre una y otra para evitar que se arruguen.
Los trajes normalmente se cuelgan, a menos que se vaya a viajar, en cuyo caso se pueden doblar cuidadosamente dentro de la maleta. De preferencia, se cuelgan en el clóset cubiertos con fundas para evitar que el polvo se acumule en los hombros, aunque si son de uso diario, la funda no es necesaria.
Las blusas y vestidos de seda, chifón o de tejidos que tienden a arrugarse y dañarse fácilmente deben ir colgados.
Los jeans pueden ser colgados en una percha múltiple para economizar espacio, o bien, doblados solo por la mitad y puestos en una cajonera.
Pero si hablamos de pantalones que por su composición de tejido se arrugarían fácilmente estando doblados, entonces esos pantalones deberán ir colgados en una percha adecuada para evitar que se marque la línea donde descansan.
Para evitar deformar los hombros y que se afloje el tejido, las prendas de algodón o de lycra deberán ir dobladas y guardadas en los entrepaños del clóset o en cajoneras. Asegúrate de que no se aprieten unas con otras y de no hacer pilas demasiado grandes que puedan caerse.
La ropa interior es mejor guardarla doblada en cajoneras y acompañada de prendas similares como los calcetines y calzoncillos. Los organizadores con compartimentos ayudan a mantener la ropa interior en su lugar.
La mejor manera de guardar la ropa de punto o de gancho es doblada, así evitamos que se deformen por el peso o se jalen los hilos de la prenda con las perchas.
Es preferible guardar la ropa fuera de temporada en bolsas herméticas de plástico para ahorrar espacio, pues normalmente se trata de prendas que usamos por momentos específicos. Si ya pasó el invierno, entonces podemos guardar las chaquetas abultadas; o si quedó atrás el verano, entonces almacenamos la ropa de playa.
El orden es un hábito que debe construirse con la práctica y la constancia. Una vez que te acostumbres a seguir estos consejos, verás cómo ahorras tiempo, espacio y esfuerzo en tu clóset.
No dejes de compartir estos pequeños trucos que nos hacen la vida más simple y organizada.